miércoles, 23 de octubre de 2013

¿No sabes por qué tu cabello siempre queda reseco después de usar champú? Son los SULFATOS

 
Siempre hacemos lo que nos dicen para tener un cabello suave y sedoso. Usamos un champú que dice ser reparador para cabellos dañados, usamos un acondicionador que dice que reconstruye nuestro cabello y usamos mascarillas que prometen ser milagrosas. Pero aún así, sientes que te queda reseco y sin vida ni brillo. Y no sabes por qué. Bueno, la respuesta son los SULFATOS.
 
La inmensa mayoría de los champús convencionales contienen sulfatos. Éstos son detergentes (sales) que disuelven la suciedad y los aceites naturales que producimos. Y son los responsables de que los champús hagan espuma (a quien no le gusta la espuma?!, la asociamos con limpieza). El problema es que su acción limpiadora es demasiado fuerte e incluso remueve los aceites naturales del cuero cabelludo. El resultado es un cabello reseco, duro e imposible de peinar. Y aunque utilices un acondicionador después, no se consiguen los resultados esperados.
La respuesta es usar un CHAMPÚ SIN SULFATOS. Limpian igual de bien pero sin quitar los aceites naturales de tu cabello. No hacen espuma y te dejarán el pelo totalmente manejable y suave.
Los puedes encontrar en tiendas naturistas. Acuérdate siempre de leer la etiqueta de los productos antes de comprarlos. El sulfato más común es el lauryl sulfato de sodio.
Apuesta siempre por productos naturales y orgánicos, libres de químicos. ¡Son los que mejores resultados te darán!

miércoles, 9 de octubre de 2013

Mascarilla natural y orgánica para eliminar imperfecciones

Esta mascarilla es ideal para eliminar esos puntos negros, espinillas y granitos. Solo necesitas tres ingredientes: miel orgánica, jugo de limón y aceite de argán 100% puro y orgánico.
Recuerda que es muy importante escoger una miel no pasteurizada orgánica para que conserve todas las propiedades y nutrientes. La puedes encontrar en cualquier tienda que venda productos orgánicos.

 
En un cuenco mezcla una cucharada de miel, otra de jugo de limón y otra de aceite de argán. Aplícatela en la cara y cuello y déjala actuar entre 45 minutos y 1 hora. Y después retírala con agua tibia.
Esta mascarilla es ideal para pieles grasas con brotes porque la miel actuará como antiséptico y como antiinflamatorio, el jugo de limón como un astringente natural y el aceite de argán mantendrá la piel hidratada y tersa.
 
¡Pruébala, sé muy perseverante y verás resultados!

PS: recuerda hacerte este tratamiento solo en las noches ya que el limón puede manchar la piel si te expones al sol.